
La sangre lo que tiene es que no se puede sintetizar y sólo la pueden fabricar nuestros organismos, así que en casos de accidentes o en intervenciones quirúrgicas en los que se pierde una cantidad considerable de sangre es necesario reponerla por medio de tranfusiones. El modo de obtener esta sangre está legislado en muy pocos países (entre ellos España), siendo estas donaciones anónimas, voluntarias y totalmente seguras, ya que solo se ocupan de realizarlas ciertas instituciones sanitarias.
Hacer la primera donación siempre es más difícil, porque siempre encuentras alguna escusa para escaquearte, pero es cuestión de comprometerse y dar el paso. La salud del que dona siempre es lo primero, y el médico al tomarte previamente la tensión y hacerte las preguntas de rigor ya te dice si te conviene donar o no. Te dan a tomar un zumo y un refresco durante la donación para reponer el azúcar, y es muy poca gente la que se marea, así que no lo pongais como escusa tampoco.
Es cierto que hay situaciones en las que no se puede donar sangre, pero son casos muy drásticos como tener la diabetes, hepatitis, el sida, etc.
Además donar tiene otras ventajas, como que te mandan los resultados del análisis a casa, así que es como si te hiciera un chequeo periodico gratis. Y al cuerpo conviene también tenerlo entrenado para que regenere sangre de forma más rápida, que los que no donan nunca apenas la renuevan.
Y si estás concienciado, la sensación que se te queda después de donar es muy satisfactoria :). Piensa que en los hospitales hay mucha menos sangre almacenada de la que se estima necesaria, y nunca se sabe cuando vas a necesitarla tu.